actualidad
De la cultura del 'pelotazo' a la inversión 'lenta'
- 'Todos sabemos que ha llegado el momento del cambio en las finanzas'
- 'Vamos a tener que apostar por las empresas pequeñas, cercanas y sólidas'
- 'La gente quiere conocer los 'ingredientes' y poner su dinero en algo real'
- Cómo dar un 'propósito' a nuestra vida económica
No es codicia todo lo que reluce. En el mundo de las finanzas hay voces sensibles y sensatas como la de Gervais Williams, clamando por un profundo cambio desde dentro. Su libro 'Slow Finance' está provocando una honda reflexión en la City, donde ya se empieza a gestar la transición del 'pelotazo' instatáneo a la inversión "lenta" pero segura…
"Estamos en tiempos difíciles y hay que mentalizarse: el crecimiento rápido posiblemente nunca volverá", advierte Williams, con la experiencia acumulada de 25 años como gestor de fondos de inversión. "Al mundo de las finanzas no le queda más remedio que ralentizarse. Como mucho, podemos aspirar a un crecimiento moderado y sostenible a largo plazo, y ahí ya no hay sitio para las operaciones especulativas y casi indescifrables, que han marcado el ritmo vertiginoso de estos últimos años".
"Ya no podemos ni depositar nuestros ahorros con tranquilidad en un banco, por miedo a que pueda quebrar, ni comprar bonos del tesoro, porque el Estado está también en una situación muy precaria".
Y sin embargo Gervais Williams confía en plantarle cara al apocalíptico 2012 con una simple y vieja receta: "Vamos a tener que apostar por las empresas pequeñas, cercanas y sólidas que resultan vitales para el día a día y que siguen siendo la base de la economía".
Todos tenemos un papel en la economía
Recuperar el propósito y reconectar con la realidad. Esos son los dos primeros mandamientos de todo inversor 'lento' que se precie… "Durante demasiado tiempo, la consigna ha sido hacer dinero rápido y sin importar cómo. El mundo financiero ha aislado al 'inversor' en una burbuja. Se ha perdido por completo la finalidad de la inversión, que debería ser contribuir al crecimiento, generar dividendos y crear empleo".
"Como ha ocurrido en el mundo de la alimentación, el mundo de las finanzas se ha llenado de comida 'rápida'. En el mundo post-globalización en el que ya estamos, se ha producido una reacción muy visible incluso en los supermercados, donde los productos locales y orgánicos tienen cada vez más presencia. Lo mismo está empezando a ocurrir con los 'productos' financieros: la gente quiere conocer los 'ingredientes' y poner su dinero en algo real y tangible. ¿Quién tiene aún el valor de invertir en obligaciones de deuda colateralizada (COD)?".
Aunque en este clima de permanente inestabilidad económica que hemos creado, reconoce Williams, no hay ninguna inversión exenta de riesgos. Por eso recomienda a su clientes que, por término medio, reparta su dinero en una 'portfolio' de hasta 25 empresas pequeñas.
'Small is beautiful', que decía E.F. Schumacher, uno de los clásicos pensadores económicos que más han influido en Gervais, que se siente especialmente deudor de Benjamin Graham y 'El inversor inteligente'… "Necesitamos poner una gotas de pensamiento 'viejo' en la nueva economía.
Fuente: elmundo.es
- 'Todos sabemos que ha llegado el momento del cambio en las finanzas'
- 'Vamos a tener que apostar por las empresas pequeñas, cercanas y sólidas'
- 'La gente quiere conocer los 'ingredientes' y poner su dinero en algo real'
- Cómo dar un 'propósito' a nuestra vida económica
No es codicia todo lo que reluce. En el mundo de las finanzas hay voces sensibles y sensatas como la de Gervais Williams, clamando por un profundo cambio desde dentro. Su libro 'Slow Finance' está provocando una honda reflexión en la City, donde ya se empieza a gestar la transición del 'pelotazo' instatáneo a la inversión "lenta" pero segura…
"Estamos en tiempos difíciles y hay que mentalizarse: el crecimiento rápido posiblemente nunca volverá", advierte Williams, con la experiencia acumulada de 25 años como gestor de fondos de inversión. "Al mundo de las finanzas no le queda más remedio que ralentizarse. Como mucho, podemos aspirar a un crecimiento moderado y sostenible a largo plazo, y ahí ya no hay sitio para las operaciones especulativas y casi indescifrables, que han marcado el ritmo vertiginoso de estos últimos años".
"Ya no podemos ni depositar nuestros ahorros con tranquilidad en un banco, por miedo a que pueda quebrar, ni comprar bonos del tesoro, porque el Estado está también en una situación muy precaria".
Y sin embargo Gervais Williams confía en plantarle cara al apocalíptico 2012 con una simple y vieja receta: "Vamos a tener que apostar por las empresas pequeñas, cercanas y sólidas que resultan vitales para el día a día y que siguen siendo la base de la economía".
Todos tenemos un papel en la economía
Recuperar el propósito y reconectar con la realidad. Esos son los dos primeros mandamientos de todo inversor 'lento' que se precie… "Durante demasiado tiempo, la consigna ha sido hacer dinero rápido y sin importar cómo. El mundo financiero ha aislado al 'inversor' en una burbuja. Se ha perdido por completo la finalidad de la inversión, que debería ser contribuir al crecimiento, generar dividendos y crear empleo".
"Como ha ocurrido en el mundo de la alimentación, el mundo de las finanzas se ha llenado de comida 'rápida'. En el mundo post-globalización en el que ya estamos, se ha producido una reacción muy visible incluso en los supermercados, donde los productos locales y orgánicos tienen cada vez más presencia. Lo mismo está empezando a ocurrir con los 'productos' financieros: la gente quiere conocer los 'ingredientes' y poner su dinero en algo real y tangible. ¿Quién tiene aún el valor de invertir en obligaciones de deuda colateralizada (COD)?".
Aunque en este clima de permanente inestabilidad económica que hemos creado, reconoce Williams, no hay ninguna inversión exenta de riesgos. Por eso recomienda a su clientes que, por término medio, reparta su dinero en una 'portfolio' de hasta 25 empresas pequeñas.
'Small is beautiful', que decía E.F. Schumacher, uno de los clásicos pensadores económicos que más han influido en Gervais, que se siente especialmente deudor de Benjamin Graham y 'El inversor inteligente'… "Necesitamos poner una gotas de pensamiento 'viejo' en la nueva economía.
Fuente: elmundo.es