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Lectura Recomendada: No sólo se indignen
Razones de peso para indignarse… y más allá
Josep Prats decidió que no sólo valia con indignarse. Y que no sólo basta con enojarse ante los problemas, sino que resulta obligatorio buscar y proponer soluciones. Por eso se inventó un personaje, Justo Cortés Valiente, y le dio la oportunidad de lanzar sus propuestas en un discurso de investidura imaginario. Es así como se desarrolla No sólo se indignen, un libro breve, de apenas 103 páginas, cargado de Propuestas para un Estado de Bienestar sostenible, tal como reza el subtítulo. El libro de Prats no deja indiferente. Siguiendo el dicho, no hace falta un frasco grande para recoger las mejores esencias. Y el autor se esfuerza, por boca de su candidato a la presidencia del Gobierno, en diseccionar el Estado para poner, negro sobre blanco, los ajustes que, a su juicio, necesita España para ser un país sostenible. No, Josep Prats, con décadas a sus espaldas trabajando en los mercados financieros, no se esfuerza en ser políticamente correcto ni gasta ni un solo gramo de fuerza en ser demagógico. Pide que no sólo nos indignemos, sino que vayamos mucho más allá. Propone, por tanto, una revolución… pero no en el sentido en que esta es planteada en muchas ocasiones. Varias píldoras revelan el espíritu del libro:
“Cada ciudadano debe saber cuánto paga y cuánto recibe a cambio por su pertenencia al Estado. (…) Vamos a proporcionar, cada año, a finales de marzo, las cuentas individualizadas de cada ciudadano con el Estado correspondientes al ejercicio anterior. (…) Las cuentas claras. Cuando los ciudadanos vean el gasto que les imputan por una operación quirúrgica, una visita médida, una carrera universitaria o un pleito por injurias, podrían enjuiciar si el servicio público tiene un coste de mercado y si el uso que se hace del servicio público es o no excesivo” “A partir de ahora, vamos a sentar claramente un principio irrenunciable: el hecho de pagar más impuestos no conllevará, en ningún caso, una merma de derechos para el ciudadano contribuyente. Todos somos iguales ante la ley y todos tenemos derecho a recibir los servicios públicos en igualdad de condiciones, con independencia de lo que contribuyamos al erario público. Bien está que pagar más no dé derecho a más; pero tampoco a menos”
Son sólo dos ejemplos, pero recogen el espíritu general del libro. Una cascada continua de propuestas, todas ellas soportadas por cifras y no solo por convicciones, con la intención de invitar a que el lector reflexione. Sobre lo que fuimos, sobre lo que somos y sobre lo que queremos ser. Por un precio que se sitúa entre 12 y 13 euros, tendrá en sus manos el discurso de investidura de un candidato imaginario, Justo Cortés Valiente. Quién sabe, a lo mejor en el futuro ese candidato pasa a ser real…
Razones de peso para indignarse… y más allá
Josep Prats decidió que no sólo valia con indignarse. Y que no sólo basta con enojarse ante los problemas, sino que resulta obligatorio buscar y proponer soluciones. Por eso se inventó un personaje, Justo Cortés Valiente, y le dio la oportunidad de lanzar sus propuestas en un discurso de investidura imaginario. Es así como se desarrolla No sólo se indignen, un libro breve, de apenas 103 páginas, cargado de Propuestas para un Estado de Bienestar sostenible, tal como reza el subtítulo. El libro de Prats no deja indiferente. Siguiendo el dicho, no hace falta un frasco grande para recoger las mejores esencias. Y el autor se esfuerza, por boca de su candidato a la presidencia del Gobierno, en diseccionar el Estado para poner, negro sobre blanco, los ajustes que, a su juicio, necesita España para ser un país sostenible. No, Josep Prats, con décadas a sus espaldas trabajando en los mercados financieros, no se esfuerza en ser políticamente correcto ni gasta ni un solo gramo de fuerza en ser demagógico. Pide que no sólo nos indignemos, sino que vayamos mucho más allá. Propone, por tanto, una revolución… pero no en el sentido en que esta es planteada en muchas ocasiones. Varias píldoras revelan el espíritu del libro:
“Cada ciudadano debe saber cuánto paga y cuánto recibe a cambio por su pertenencia al Estado. (…) Vamos a proporcionar, cada año, a finales de marzo, las cuentas individualizadas de cada ciudadano con el Estado correspondientes al ejercicio anterior. (…) Las cuentas claras. Cuando los ciudadanos vean el gasto que les imputan por una operación quirúrgica, una visita médida, una carrera universitaria o un pleito por injurias, podrían enjuiciar si el servicio público tiene un coste de mercado y si el uso que se hace del servicio público es o no excesivo” “A partir de ahora, vamos a sentar claramente un principio irrenunciable: el hecho de pagar más impuestos no conllevará, en ningún caso, una merma de derechos para el ciudadano contribuyente. Todos somos iguales ante la ley y todos tenemos derecho a recibir los servicios públicos en igualdad de condiciones, con independencia de lo que contribuyamos al erario público. Bien está que pagar más no dé derecho a más; pero tampoco a menos”
Son sólo dos ejemplos, pero recogen el espíritu general del libro. Una cascada continua de propuestas, todas ellas soportadas por cifras y no solo por convicciones, con la intención de invitar a que el lector reflexione. Sobre lo que fuimos, sobre lo que somos y sobre lo que queremos ser. Por un precio que se sitúa entre 12 y 13 euros, tendrá en sus manos el discurso de investidura de un candidato imaginario, Justo Cortés Valiente. Quién sabe, a lo mejor en el futuro ese candidato pasa a ser real…